domingo, 28 de marzo de 2010

Capítulo 20: "Hecho inexplicable."

Narra Demi:

Sin que siquiera me diera tiempo de pensar en algo, su rostro ya estaba a escasos centímetros del mío. Podía sentir su respiración. La mía estaba muy agitada. Sus labios ya casi rozaban los míos...

Bajé la cabeza, avergonzada.

Sterling se alejó de mí.

Me miró, con una sonrisa tierna en el rostro.

-Sterling, estoy...-comenzé a decir, pero él terminó la frase.

-Confundida.

Asentí, extrañada de que su reacción fuera tan positiva...

-Entiendo...-me tomó de la barbilla y me acarició la mejilla, suavemente-Demi, no voy a obligarte a nada que no quieras hacer...tómate tu tiempo, yo puedo esperar...esperaría toda una eternidad por tí...

Me dio un beso en la frente y subió las escaleras tras desearme buenas noches con su dulce voz.

Me había dejado sin aliento...

¿Qué me sucedía? Mejor dicho, ¿qué le sucedía al mundo? De repente, luego de años de conocernos, se enciende un fuego desconocido entre Sterling y yo. Y luego viene este chico increíble que no veía desde hace mucho tiempo, Joe, y pone mi mundo patas para arriba. ¡¿Algo más va a pasar?!

Todavía estaba demasiado confundida como para descubrir mis verdaderos sentimientos hacie ellos...

Me levanté y fui hacia el vestíbulo. Me acosté en el sofá grande y apoyé la cabeza sobre un almohadón.

Todo era mucho más fácil antes...

Cuando mi hermano estaba, cuando me aconsejaba, consolaba, cuando iluminaba mi camino...
Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, tan acostumbradas a sentir las saladas gotas resbalando desde mis ojos. Sabía de antemano que eso pasaría. Siempre que me quedaba sola las lágrimas comenzaban a caer y a caer y no era nada fácil detenerlas...

Luego recordé esa escalofriante presencia cerca de mí, esas dolorosas palabras...

Cada vez eran más las lágrimas que caían...

Pronto la inconciencia me ganó y me sumergí en las profundidades del mundo de los sueños...

Los rayos de sol provenientes del gran ventanal y ruidos en la cocina hicieron que me despertara.

Abrí los ojos y me estiré perezosamente.

Algo había cambiado...

Yo no me había tapado cuando me acosté en el sofá, sin embargo una manta azul me cubría. Era la manta de Nolan, la que siempre usaba, que decía que era su favorita y que lo protegía por las noches. Más de una vez me la había prestado cuando tenía pesadillas o miedo por las noches...

No veía esa manta desde hace años, hacía mucho tiempo que no sentía ese suave contacto con mi piel, me recordaba a los viejos tiempos...cuando él estaba...cuando yo era feliz...

Seguro Sterling me había tapado con ella.

Me levanté, aún usando la manta como capa. Entré a la cocina. Sterling estaba preparando omelette.

Me sonrió al verme. Yo me sentía un tanto incómoda y avergonzada por lo ocurrido anoche.

Me senté en una de las sillas. Él se sentó a mi lado y puso un plato con un humeante omelette frente a mí.

-Gracias-dije.

La verdad no tenía ganas de comer, como siempre, pero lo hize, ya que eso hacía feliz a mi amigo.

-Gracias por taparme anoche-dije tímidamente, con la mirada clavada en mi plato.

-¿De qué hablas? Cuando bajé esta mañana ya estabas tapada...

Fruncí el entrecejo. No, eso no era cierto. Yo estaba segura de no haberme tapado. Además, esa manta había quedado guardada en la habitación de Nolan desde su...muerte...

Me estremecí ligeramente. Esto comenzaba a asustarme...

sábado, 27 de marzo de 2010

Capítulo 19: "Frío y oscuridad."


Narra Demi:

Me senté en una silla y apoyé la cabeza sobre la mesa. Una completa y algo escalofriante oscuridad me rodeaba, y digo escalofriante no sólo por la oscuridad, sino porque estaba segura de que no estaba sola...

Podía sentir una extraña presencia muy cerca de mí, en esa total oscuridad...

Un escalofrío recorrió mi espalda.

Sentí movimiento. Ese algo o alguien se había acercado muy considerablemente a mí.

Un frío me invadió de pies a cabeza. Sentí como si todo lo que estuviera a mi alrededor se viniera abajo, como si de repente toda la felicidad (que ya de por sí era escasa) se hubiera esfumado. Intenté gritar pero no pude emitir sonido alguno. Quería que alguien me encontrara, que me salvara, que me sacara de allí, ya que ni siquiera podía mover las piernas. Parecían haberse esfumado de repente porque ya no las sentía...

Cerré los ojos con fuerza, esperando, inútilmente, que al abrirlos apareciera en mi habitación y me diera cuenta de que todo había sido un sueño, sólo eso...

Pero no funcionó. Al abrirlos me encontré otra vez con esa oscuridad y con esa tenebrosa presencia a la que no podía ver, solo sentir, lo que no le quitaba lo aterrador.

Una voz me sobresaltó. Una voz que estaba segura, sólo yo podía oír, ya que provenía de dentro de mi cabeza.

Volví a cerrar los ojos, inútilmente, intentando dejar de oírla.

Me torturaba. Cada palabra que pronunciaba la fría voz de mi hermano eran como cuchillos en mi pecho: "Fue tu culpa. Mereces morir. ¿Qué no te ves? Eres patética. Hazle un favor a la humanidad y suicidate. Así al fin podremos encontrarnos en persona para poder..."

La frase se interrumpió.

Otra voz muy diferente me habló, esta vez fuera de mi mente:

-¿Demi?

Dejé de oír esa fría voz en mi mente y la única presencia que pude sentir fue la de Sterling, que acababa de entrar a la cocina.

En su voz no había ni una gota de cansancio.

Prendió la luz y la antes oscura cocina se iluminó con una luz amarilla.

Parpadeé, la luz me había cegado.

Me miró con preocupación. Se sentó a mi lado.

-¿Qué te pasó? Estás blanca como un papel, como si hubieras visto a un fantasma...

Imaginé mi aspecto: mi piel de un color fantasmal, mis ojos rojos e hinchados por el llanto, el miedo impregnado en mi rostro...

No pude contenerme y me lanzé sobre los brazos de Sterling, dejando que todo el llanto saliera.

Sterling no dijo nada. Me rodeó entre sus brazos y me atrajo protectoramente hacia su pecho.

Lloraba sin poder controlarme, sentía como si nunca fuera a parar.

Sterling me acariciaba el cabello, consolándome.

Cuando logré recomponerme un poco, mi amigo me preguntó, con voz suave:

-¿Qué sucedió? ¿Quieres hablar de eso?

Negué con la cabeza. Sentía que si volvía a revivir lo ocurrido, volvería a estallar el llanto nuevamente, y esta vez sí que no podría detenerme.

Tan solo pensar en esa presencia tan cerca de mí, en ese frío...

Me estremecí y Sterling me estrechó aún más fuerte hacie él.

Pasamos un rato así, sin decir nada, hasta que él rompió el silencio:

-¿No podías dormir?

Volví a negar con la cabeza. Sentía un ardor en la garganta, así que preferí ahorrarme palabras.

-Tampoco yo...-dijo.

Se detuvo por un momento.

Luego continuó, mirándome directamente a los ojos:

-...habían muchas cosas en mi mente que me mantenían en vela...

Me picó la curiosidad, así que no pude contenerme al preguntar:

-¿Como qué?-al instante me arrepentí de haberlo hecho. Sentí como si alguien estuviera lijando mi garganta.

Sterling tomó suavemente mi barbilla entre sus manos y me obligó a mirarlo a los ojos.

Susurró, con ese mismo tono de voz tierno y reconfortante:

-En tí...

Se me revolvió el estómago. Sin que siquiera me diera tiempo de pensar en algo, su rostro ya estaba a escasos centímetros del mío. Podía sentir su respiración. La mía estaba muy agitada. Sus labios ya casi rosaban los míos...

miércoles, 24 de marzo de 2010

Capítulo 18: "Extraña presencia."


Narra Demi:

-¡¿Qué?!-exclamé.

-Ya lo decidí-afirmó, muy serio.

-¡¿Y se puede saber a dónde irás?!

Se encogió de hombros.

-Aunque sea quédate aquí hasta que entres en razón y te des cuenta de que irte de tu casa no solucionará nada y que es una estupidez.

Dudó. Luego dijo:

-¿No tienes problema en que me quede?

-En absoluto. Puedes ocupar la habitación de...Nolan-se me quebró la voz. Mis padres querían convertirla en un lugar para poner cosas viejas que ya no usaramos, como un depósito; pero yo insistí en dejar la habitación del final del pasillo tal cual la había dejado mi hermano. No permití que le hizieran un solo cambio. Casi nunca entraba allí, me traía demasiados recuerdos.

Sterling me miró con preocupación. Él más que nadie sabía que no me gustaba mencionar a mi hermano.

Continué hablando, intentando mantener mi voz firme:

-Pero recuerda que no estoy de acuerdo en que dejes tu casa. Esa no es la solución. ¿Qué dijo tu madre al respecto?

-No le dije nada. Igual no creo que note que no estoy. No le interesa...

Puse los ojos en blanco.

-Que forma más madura de manejar la situación-dije en tono sarcástico.

-Como sea. ¿Estás segura de que no es problema?

-Claro que no. Por si acaso llamaré a mamá para preguntarle. Descuida, eres como parte de la familia, lo sabes.

Era cierto. Mis padres ya consideraban a Sterling como a un hijo propio. Confiaban en él y le daban el apoyo y cariño que sus padres jamás le dieron.

Telefoneé a mamá, que estaba en el hospital, con papá.

Le conté las nuevas noticias. Ella, al igual que yo, estuvo de acuerdo en que la decisión de mi amigo no era la mejor, pero aceptó sin ningún problema que se quedara hasta que reflexionara y analizara bien su decisión. También le pareció buena la idea de que se quedara conmigo, ya que estos días ella estaría la mayor parte del día en el hospital, con papá, y también pasaría las noches en su habitación, con él.

-Ya. No hay problema, puedes quedarte-le confirmé.

-Genial, gracias Dems-dijo y me abrazó.

Fue a buscar sus cosas, que había dejado escondidas detrás de un arbusto.

Mientras Sterling desempacaba en la habitación de Nolan, me tumbé en mi cama, mirando hacia el techo.

Otra vez miles de pensamientos confusos invadieron mi mente:

El beso de Joe, sus miradas...¿él sentía algo por mí? Descarté esa posibilidad al instante. Claro que no sentía nada por mí. Quiero decir, ¿qué podría verme a mí?

¿Y yo qué sentía por Joe? No lo sé...

Y Sterling...¿por qué me había besado? ¿A caso sentía algo más que una amistad por mí o sólo fue un impulso de momento?

¿Y por qué yo le seguí el beso? Él es mi mejor amigo...¿amigo o algo más?

En ese momento mis sentimientos estaban todos mezclados y me confundían.

Esa noche no podía dormir. Ni siquiera me esforcé en intentarlo. Los pensamientos confusos no me dejaban en paz.

Decidí ir a tomar un vaso de agua fría, quizás eso despejaría un poco mi confundida mente.

Salí sigilosamente de mi habitación y cerre la puerta sin hacer ruido.

Bajé las escaleras intentando hacer el menor ruido posible. No quería despertar a Sterling.

Me encontré con el vestíbulo cubierto de negro. No había ni una sola luz.

Entre a la cocina, esforfándome por no tropezar con nada.

No prendí la luz, sólo entré a la oscura cocina y me dirigí hacia el refrigerador.

Tomé la jarra de agua y me serví un poco en un vaso que saqué de uno de los armarios.

Me senté en una silla y apoyé la cabeza sobre la mesa. Una completa y algo escalofriante oscuridad me rodeaba, y digo escalofriante no sólo por la oscuridad, sino porque estaba segura de que no estaba sola...

martes, 23 de marzo de 2010

Capítulo 17: "Es sólo tiempo."


Bueno, este capítulo hace honor al título del blog. Así comprenderán por qué le puse ese nombre jeje.

¡Espero que les guste!

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Narra Demi:

Cuando Joe y yo nos separamos, me miró de una forma que me hizo sentir algo incómoda. Aunque no me estaba mirando mal, sino demasiado...a los ojos...

-¿Quieres acompañarme a ver a mi madre?-me preguntó.

-Claro-acepté.

Joe me llevó a una puerta en el pasillo contrario al de mi padre.

-Joe...lamento haberte hablado así...-de verdad me sentía muy avergonzada.

Sonrió.

-No te preocupes. Y...¿por qué estás aquí?

-Mi padre tuvo un accidente ayer.

Me miró con preocupación.

-Pero está bien-me paresuré a aclarar.

-Genial.

Nos detuvimos frente a la puerta con el número 17.

Entramos.

La madre de Joe estaba recostada sobre una cama con sábanas blancas, como la de mi padre. Su aspecto no era muy bueno...estaba muy pálida, tenía ojeras tan marcadas que parecía como si no hubiera dormido en mucho tiempo.

-Hola hijo-saludó con voz débil y casi inaudible.

Estaba muy delgada y al parecer muy frágil y débil...

-Hola mamá-dijo Joe y me hizo señas para que me acercara.

Obedecí, dudando. Sentía que estaba demás en esa habitación.

-Ah, ¿ella es tu novia?-preguntó la madre de Joe y esbozó una media sonrisa, no creo que tuviera fuerzas para más.

-No, ella es Demi, una amiga. ¿La recuerdas? De cuando eramos niños-dijo Joe.

Ah, claro, Demi! Si, te recuerdo cariño. ¿Cómo has estado?

La madre de Joe siempre fue muy atenta y amable, en especial conmigo.

Me acerqué a su cama.

-Muy bien Señora Jonas, gracias-mentí. No había estado nada bien, pero, ¿para qué darle más preocupaciones de las que tenía?

Joe se sentó al pie de la cama de su madre y comenzó a hablarle: a contarle sobre la escuela, los profesores y todo eso.

Yo me senté en un sillón algo apartado.

De vez en cuando, Joe me lanzaba miradas y me sonreía. Yo le devolvía la sonrisa.

Pasaron horas. Ya estaba anocheciendo.

Una anfermera entró y dijo, dirigiendose a Joe y a mí:

-Tienen que irse, ya pasó el horario de visitas.

Joe y yo obedecimos, despidiendonos de la pobre mujer.

Bajamos las escaleras, en silencio.

Me encontré con mi madre en la sala de espera.

-Hola mamá, ¿ya puedo ver a papá?

-No, debe descansar. Mañana por la mañana estará bien. Pero tendrás que verlo luego de la escuela. Yo pasaré la noche aquí, en la habitación de tu padre...

-¿Y por qué no puedo quedarme yo también?-protesté.

-Porque tienes escuela mañana.

Sabía que no tenía ningún sentido discutir, así que me callé.

Joe volvió con su padre.

-Ah, mamá él es Joe, mi amigo de la infancia.

Joe! Hola, ¿como estás?-Joe respondió que bien con una sonrisa.

Mi madre y el padre de Joe se quedaron hablando.

Joe y yo estábamos por irnos, cuando su padre le dijo:

-Pasaré la noche aquí, dile a Kevin que lo dejo a cargo. No hagan nada imprudente.

Joe asintió y salimos del hospital.

Subí al auto de Joe. Me llevó a casa.

No dijimos mucho durante el viaje, parecía que ambos nos sentíamos extraños por lo del beso...

No podía evitar sentirme incómoda con esas constantes miradas de Joe.

Me despedí de Joe y bajé del auto.

Entré a casa y subí las escaleras.

Entré a mi habitación.

Me encontré con Sterling hechado sobre mi cama, con la cabeza entre las manos.

Me senté a su lado y lo rodeé con el brazo. Apoyé mi cabeza sobre su hombro.

-¿Cómo estas?-que pregunta más obvia.

-Ya no lo soporto-dijo, refiriendose, claramente, a la conducta desastrosa madre.

-No digas eso, Sterling. Tu madre sufrió mucho cuando tu padre los abandonó. Aún no se recupera y por eso actúa así, para compensarse de alguna manera...

Me interrumpió, levantando la cabeza de sus manos y mirándome directamente a los ojos.

-Demi, tuvo 16 años para recuperarse. ¿No crees que es suficiente tiempo?

Negué con la cabeza.

-Sterling, el dolor de perder a alguien a quien amas no tiene fecha de vencimiento. Puede durar semanas, meses, años o hasta el día en que mueras. No importa cuanto tiempo pase, al fin y al cabo, es sólo tiempo. El tiempo no cambiará nada. Hay veces que sí, pero no siempre. Por ejemplo, mírame a mí: Yo sé que nada va a cambiar. No importa cuanto tiempo pase, yo siempre seguiré lamentando la muerte de mi hermano. Nunca me recuperaré. Sé que así será hasta mi día final. Es sólo tiempo...

Sterling no dijo nada.

Luego de unos minutos, dijo:

-No me importa. Ya me harté. Me mudaré.

Cuando pronunció esa última frase fue como si me hubiera pegado una bofetada.

Lo había dicho muy serio y decidido...

-¡¿Qué?!-exclamé.

domingo, 21 de marzo de 2010

Nueva historia...

¡Hola a todos! De este lado del monitor les habla (o mejor dicho les escribe) Hayley!
Bien, seguro recuerdan que yo iba a comenzar una historia sobre una chica llamada Kayla. Bueno, pues me he arrepentido (quizás en otro momento la cree, no lo sé aún) y he decidido crear una nueva historia llamada "Stand in the rain" (http://standintherain-miles.blogspot.com/).
Trata sobre una adolescente de 16 años llamada Miley. Es una chica a la que la vida le ha dado unos cuantos golpes, pero ella siempre intenta tener una sonrisa en el rostro y seguir adelante. Una persona especial y llena de esperanza que lucha contra su destino que quiere arrojarla para atrás. Ella impide con todas sus fuerzas derrumbarse.
A pesar de todos sus esfuerzos por no venirse abajo y continuar, su destino ya está escrito. Pero pronto, una persona entrará inesperadamente en su vida y lo cambiará todo...
Esta historia es un poco menos oscura y triste que la de "It's only time", aunque no pude evitar ponerle un poco de drama, mi toque favorito jaja. Igualmente, les aseguro que la historia de Miley será un poco más alegre y romántica que la otra. Es que intenté cambiar un poco mi estilo oscuro y triste xD
Será una historia llena de drama, amistad, amor fraternal y mucho, pero mucho romance en la vida de esta adolescente luchando por seguir adelante...
Bueno, muchísimas gracias por pasarse y por todo su apoyo, si no fuera por ustedes nunca hubiera llegado a descubrir que escribir era tan divertido :D
P.D: ¡No dejaré este blog! No, no, no. Intentaré actualizar seguido los dos blogs, aunque no prometo nada, ya que estoy algo ocupada con el tema de la escuela.
¡Cuídense!
Hayley.

viernes, 19 de marzo de 2010

Capítulo 16: "Desgracias."


Narra Demi:

Cruzé el pasillo hacia la escalera.

Estaba a punto de llegar a la escalera, cuando lo ví...

-¡¿Qué haces aquí?!-pregunté, sorprendida.

Pronto esa sorpresa fue transformandose en enfado.

-Demi...-dijo Joe nervioso e incómodo-hola...

-¡¿Estabas siguiéndome, otra vez?!

-No...yo...

No lo dejé terminar. Estaba demasiado enojada

-¡Ya basta, Joe! ¡Ya no lo soporto! ¡¿Por qué no vas con tu querida Chelsea?! ¡¿A caso te rechazó o qué?! No cre...

Me interrumpió.

-No te seguí hasta aquí. Ni siquiera sabía que estarías en este lugar...

-Si, claro.

No le creía ni media palabra.

-Es en serio, Demi. Vine a ver a mi madre.

Había abierto la boca para decir algo, pero la cerré al instante luego de oír las palabras de Joe.

-¿Qué?-articulé, confundida, esta vez con un tono lleno de compasión y no de enojo e irritación.

Joe bajó la vista hacia sus zapatillas.

-Mi madre tiene cáncer. Por la única razón que nos mudamos aquí fue porque aquí podían atenderla mejor y a un precio más accesible...ella está mal...los médicos hacen lo que pueden, pero el cáncer no es algo fácil...lo más probable es que estos sean sus últimos días...-no pudo seguir porque su voz se quebró.

No podía dar crédito a mis oídos. Me sentía terrible. Había tratado mal a Joe y le había gritado hace unos minutos y ahora...lo compadecía...

Sabía perfectamente lo que debía de estar sintiendo en ese momento. Excactamente lo que yo sentí hace dos años, cuando, al despertar en el hospital e incorporarme, el médico me dijo el estado de mi hermano (luego de revisar que estuviera bien y ponerme unas vendas).

"-¿Dónde está Nolan?-pregunté, mientras el médico me ponía una venda en el brazo izquierdo.

Pude sentir la extraña reacción de mis padres: dolor e incomodidad.

El médico me miró con sus ojos oscuros y a la vez llenos de compasión y me dijo, con voz suave y con el mayor tacto que pudo:

-El camión vino del lado de tu hermano, así que...estamos haciendo lo que podemos, aunque las posibilidades son de una en un millón. Pero...siempre hay esperanza...

Sabía que esa última frase era completamente falsa. Sólo la dijo para consolarme. Pero fue en vano...

Sentí como si alguien me hubiera dado un golpe justo en el estómago, como un piedrazo. Como si de pronto despertara de un largo sueño...

Salí corriendo de la habitación sin importarme que mi brazo estuviera chorreando sangre, ya que el médico no pudo terminar de ponerme la venda.

Corrí por los largos pasillos, hacia esa puerta, la puerta en la que, tenía la esperanza, de al abrirla despertar y encontrarme en mi habitación, darme cuenta de que esto era sólo una pesadilla..."

Pude notar una brillosa lágrima sobre la mejilla de Joe.

También yo lloraba.

Instintivamente, me acerqué a él y lo rodeé con los brazos, en un abrazo.

Sentí como su cuerpo se estremecía. Ambos llorabamos. Ambos compartíamos ese sentimiento amargo en nuestro interior, ese golpe en el estómago, esa desgracia de saber que estabamos perdiendo lo que más queríamos en la vida...

jueves, 18 de marzo de 2010

Capítulo 15: "La habitación al final del pasillo."


Narra Demi:


Mi mente estaba llena de miles de pensamientos confusos.


Decidí salir de mi ensimismamiento e ir a clases.


Me ligué un buen castigo por llegar 10 minutos tarde. Tendría que cumplir con mi sentencia hoy después de clases.


En fin, como era de esperar, no presté la más mínima atención, con todas esas preguntas y dudas en mi cabeza.


Descubrí que estaba realmente muy enfadada con Joe...bueno, en realidad no lo sé...


Es que, gracias a él me habían dado un buen castigo por haber llegado tarde, y ademas, lo más importante: era obvio que yo era su segunda opción. Yo iba debajo de Chelsea, como era de esperarse. Claro, ella es bonita, con un cuerpazo y carismática. ¿Qué chico no la eligiría antes que a mí, que soy un desastre? Sí, esa es la palabra que mejor me define: "desastre". Una patética y deprimente adolescente que lleva el cabello siempre enmarañado, como un nido de aves, DEMASIADO delgada (pero no delgada como Chelsea, ella está en forma y es delgada, en cambio yo estoy tan delgada que doy impresión) y que lleva puesta la primera ropa que encuentra, sin contar que no se molesta ni en maquillarse, como cualquier chica...


Ya qué, la cosa es que estoy muy enojada con Joe. De seguro que ese beso sólo me lo había dado porque Chelsea lo rechazó y él sabía que besandome me confundiría y haría que cayera directo a sus pies. Pero no, eso no pasará...


Luego de terminadas las clases de hoy, tomé mis libros y me dirgí a la sala de castigos.


Me senté en un pupitre vacío, alrededor de todos esos estudiantes a los que habían castigado. Ellos estaban tan aburridos como yo.


Enterré la cabeza en mis brazos, apoyados sobre el pupitre.


Cerré los ojos. Inmediatamente me desconecté de todo lo que me rodeaba...


Ya no estaba en la aburrida y deprimente sala de castigos, sino en un oscuro rincón de mi cabeza. Un lejano y olvidado rincón de mi inconciente en el que casi nunca urgaba. Eran como diapositivas que pasaban frente a mí, pequeños y rápidos fragmentos de recuerdos: Joe besándome, mi padre inconciente y lleno de sangre tendido en la camilla, Sterling besándome, Nolan en el espejo...


Desperté súbitamente. Mi celular estaba vibrando en mi bolsillo.


Abrí los ojos y levanté la cabeza de mis brazos. Miré de reojo a la profesora, que leía con concentración una revista titulada "Mujeres." Debajo del título, decía, en letras más pequeñas: "Secretos para conquistar al hombre de tus sueños".


Contuve una risita. Qué estupidez. Era una total y completa pérdida de tiempo leer esa tonta revista, mientras hay tantas cosas más interesantes para leer, como Mark Twain, Julio Verne o, por supuesto, Shakespeare, entre otros genios de la literatura.


En fin, metí disimuladamente la mano en el bolsillo de mis gastados jeans y saqué el celular.


Leí el mensaje por debajo del pupitre.


Era de mi madre, decía: "Tu padre ya despertó, pero aún no puede recibir visitas."


No me importó en absoluto la última frase. Volví a guardar el celular, esta vez sin disimulo, tomé mis libros rapidamente y me laventé del pupitre haciendo un gran estruendo que sobresaltó a todos los que estaban en la sala de castigos. Los estudiantes castigados levantaron la cabeza de los pupitres y se volvieron a mirarme, extrañados. La profesora bajó su revista "Mujeres" y me fulminó con la mirada, bajo sus gruesos y gtandes anteojos que hacían parecer sus ojos más grandes de lo que eran y que le daba ese aspecto deforme.


Me dirigí, casi corriendo a la puerta del aula. Cuando mi mano estaba ya sobre el picaporte, a punto de girarlo...


-¿A dónde cree que va?-dijo la profesora en tono severo.


Sentí todas las miradas de sorpresa clavadas en mí.


No respondí, ni siquiera me volteé. Abrí la puerta y salí del aula llena de unos "chicos malos" muy mpresionados y una desoncertada profesora.


Corrí por los pasillos hasta llegar a la puerta de salida.


Cuando por fin pude respirar el aire puro de una tarde soleada de Martes, corrí hacia el hospital. No tenía tiempo de ir a casa por el auto de mis padres.


Sabía perfectamente que haberme escapado de la sala de castigos me traería muchos problemas, pero eso realmente no me importaba. Lo único que me importaba realmente en ese momento era ver a mi padre...


Llegué al hospital lo más rápido que pude, jadeando y sudando.


Entré. Un frío y agradable aire me llenó. Uf, que suerte que allí había aire acondicionado.


Mi madre estaba en la sala de espera. Ni siquiera me paré a saludarla. Pregunté a una enfermera en qué habitación habían puesto a mi padre.


-Veamos...Lovato, Lovato, Lovato...-dijo mientras buscaba en una lista-¡Aquí! Habitación 26, en el segundo piso.


Subí las escaleras corriendo, sin hacer caso a los llamados de mi madre.


Me encontré frente a varios pasillos de aspecto sombrío, largos e interminables. Detestaba los hospitales...


Corrí por los pasillos buscando la habitación 26.


Viejos y dolorosos recuerdos asaltaron mi mente:


"...corría por los interminables pasillos del hospital, cubiertos de blanco. Tenía que llegar a esa habitación, la habitación en la que estaba mi hermano, la que se encontraba al final del pasillo. Había escapado de mi habitación, apenas me habían informado del estado de Nolan. No me importaba que los médicos y mis padres vinieran tras de mí. Tenía que llegar a la puerta del final del pasillo, pero parecía inalcanzable. Sentía que cada vez se alejaba más.

Cuando estaba a tan sólo unos pocos metros de la puerta, ésta se abrió. Dos médicos llevaban una camilla con una sábana blanca tapando un bulto. Sabía lo que eso significaba, lo había visto miles de veces en películas. Era el fin..."


Las lágrimas corrían por mis mejillas, imparables.


Cuando por fin encontré la habitación, entré rapidamente.


Mi padre reposaba sobre una cama con sábanas blancas.


Me dirigí sigilosamente, intentando no hacer ruido, hacia el borde de la cama.


Me senté al pie de la cama. Contemplé a mi padre, que dormía apasiblemente. Las lágrimas se fueron haciendo cada vez menos, hasta que desaparecieron.


No pude contemplarlo mucho tiempo más, porque alguien abrió la puerta. Era una enfermera.


Al verme frunció el entrecejo y puso mala cara.


-No puede estar aquí, aún no es hora de visitas-dijo, en un susurro casi inaudible. Tuve que leerle los labios.


Negué energicamente con la cabeza, obstinada. No pensaba irme, de ningún modo.


Perdiendo la paciencia, me tomó del brazo bruscamente y me sacó de la habitación.


Una vez afuera, en el pasillo, me dijo, en un tono de voz normal, pero impaciente e irritado:


-Acabamos de inyectarle morfina. Tiene que descansar y nosotros hacer nuestro trabajo. Así que por favor, le ruego que venga en el horario de visitas.


Tras decir eso, volvió a entrar a la habitación en la que estaba mi padre y me cerró la puerta en las narices.


Creo que no me quedaba más que esperar. No iba a volver a la escuela ni de chiste...


Cruzé el pasillo hacia la escalera.


Estaba a punto de llegar a la escalera, cuando lo ví...


-¡¿Qué haces aquí?!-pregunté, sorprendida.


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¡Perdón, perdón, perdón! Creo que la última vez que escribí un capítulo fue hace siglos, más o menos cuando Colón descubrió América xD

Es que el tema de la escuela me tiene muy ocupada, en especial por los millones de preguntas que nos dejaron para hacer de Historia.

Lo lamento mucho, al igual que por dejarlos con la intriga jeje

Intentaré subir capítulos el fin de semana. Bien, me voy a terminar la tarea de Historia,

cuidense,

Hayley.

lunes, 15 de marzo de 2010

Premio blog alucinante...

Bien, este es mi segundo premio, por el cual me pongo tan feliz como por el primero jaja. Este maravilloso premio me lo otorgó Darkness (http://entrelassonbras.blogspot.com/), uno de los mejores escritores de blogger, según mi opinión. Muchísimas gracias, tienes un enorme talento para la escritura y una imaginación sin límites. Te lo agradezco de todo corazón! :D

Quienes se merecen este premio:


  • Entre las sombras: Es una historia excelente, llena de drama, misterio y romance (mi combinación preferida XD) que hace volar mi imaginación y es mi principal y gran inspiración. Admiro la forma en que escribes, Darkness, tu historia me llega.

  • Una historia de verano: Lourdes escribe historias muy divertidas y a la vez tiernas. Este blog tiene ese característico toque de esta maravillosa escritora.

  • Por qué me pasa esto a mí?! Ginita, eres una gran escritora y además una fiel seguidora. Te mereces este premio y muchos más.

  • Here we go again! Es un blog muy positivo y alegre, el cual adoro. Su escritora refleja su personalidad en cada palabra que escribe. Me hace sonreír ver tanta positividad en un sólo blog.

  • Nobody's perfect: Un blog que hace que reflexiones y en el cual puedes verte ferlejada en los personajes, los cuales son muy reales: tienen problemas, amigos, familia, momentos de depresión, momentos felices...

  • Demi mi diario: Es un blog muy, muy bonito, al igual que todos los de esta gran escritora llamada Brenda. Tienes mucho potencial y jamás me cansaré de leer tus historias.
  • Un gran cambio en mi vida: Elba, eres una escritora genial y adoro tu blog. Siempre que termino de leer un capítulo espero ansiosa a que publiques el siguiente.
  • Sin miedo a soñar: La siguiente ganadora de este premio es María Bel, que tiene una historia preciosa que adoro leer. Te felicito, tienes un blog maravilloso.
  • Tu & Joe: Felicidades a Kame, a la cual también le otorgo este premio. Tu blog de verdad es súper, me hace sentir la novia de Joe XD
  • El diario de Alex: Es el blog de Malena, una muy buena escritora. Tiene personajes maravillosos y con los que uno puede identificarse. Felicidades porque tienes un blog excelente!

Fiu! Estos blog de verdad son alucinantes, ¡espero que les haya gustado el premio!

Cómo nació este blog:

Bien, resulta que mi hermana se había creado un blog en el que escribía la historia de un personaje al que le había dado vida en su mente, Selena. Ella me recomendó blogger, porque siempre me veía en la luna y sabía lo mucho que me apasionaba la lectura. Así que me ayudó a crear este blog (gracias hermanita, sin tí no hubiera podido XD), en el cual escribí la historia que rondaba por mi mente desde hacía días. Esa historia de drama, amor, misterio sobre esta desdichada chica llamada Demi invadía mis pensamientos. Así que comenzé a escribirla y pues bien, aquí la tienen XD

7 cosas interesantes sobre mí:

  1. Adoro leer, es mi pasión. No creo poder sobrevivir sin tener un libro qué leer. Me interesa cualquien tipo de literatura.
  2. Soy fanática de la saga Harry Potter desde que era pequeña y aún lo sigo siendo. Leí muchas veces todos los libros.
  3. Adoro la música de Drake Bell, sus letras son muy profundas. También admiro realmente la capacidad de compositora de Taylor Swift. Cada una de sus canciones son como un pequeño cuento. Me gusta la música de ese tipo, detesto el reggae y el heavy metal. Prefiero pop o country.
  4. Me gustan mucho los animales, preferiblemente perros y hamsters.Tengo un hamster muy simpático llamado Ed (sí, por Edward Cullen XD). ¡Es adorable! (aunque también me gustaría tener a un lobo, especificamente a Jacob Black XD).
  5. Mi materia preferida es Literatura y también Biología.
  6. Soy muy dramática (ya lo habrán notado), me tomo todo muy en serio, en especial todo lo referente a la escuela. Soy una de las mejores alumnas, lo que no quiere decir que me gusten toodas las materias. Me considero madura para mi edad, pero eso no quita que me gusta mucho divertirme y reír con mis amigas jeje.No soy fanática de las salidas a clubes nocturnos, shoppings, o cualquier otro lugar XD. Prefiero hacer algo más relajado como quedarme en casa leyendo o quizás ir al cine, no lo sé.
  7. Soy muy diferente a mi hermana: Ella adora salir con sus amigos, es muy sociable, detesta leer y es más bien divertida, rebelde e inmadura. En cambio yo soy algo tímida, sensible, algo torpe XD, no muy sociable, no soy fanática de las salidas y los libros son los amores de mi vida (además de Drake Bell XD). No podemos ser más opuestas. Pero, a pesar de todo, nos llevamos muy bien, casi nunca peleamos.

Instrucciones:

♪ Dar gracias al blog que te lo concedio.

♪Conceder este premio a otros 10 blogs y decir el porque del premio

♪Decir 7 cosas interesantes de ti!

♪Y por ultimo...¿como surgio tu blog?

sábado, 13 de marzo de 2010

Capítulo 14: "Fuego."


Narra Demi:

En lo que corría por los pasillos, me choqué con alguien (para mi mala suerte).

-Ey, ¿a dónde ibas tan apurada?

-Ah, hola Drake-dije sin ganas. No estaba de humor para hablar con alguien.

-¿Mal día?-preguntó, mientras se paraba.

-Ni lo menciones...

-Te entiendo. Para mí es así todos los días, con esos idiotas del equipo de futbol...

-Deberías decirle a algún profesor, no dejes que te sigan molestando...

-Ni lo sueñes-dijo mientras negaba con la cabeza.

Fui hacia mi casillero y saqué mi horario.

Me tocaba Ciencias.

Entré al aula y me senté junto a Selena.

La profesora aún no llegaba.

-Bien, ¿vas a decirme qué te sucede o no?-me preguntó Selena apenas me senté a su lado, sin siquiera saludarme.

-¿A qué te refieres?

-Dems, no soy boba. Desde ayer te noto extraña, diferente...¿vas a contarme o no? ¿Es un chico?

Sentí que enrojecía. No sé cómo lo hacía, pero mi amiga tenía la habilidad de adivinar lo que la gente pensaba. Su intuición jamás se equivocaba...

Por suerte, la profesora entró justo en ese momento al aula, sin dejarme decir una palabra más.

La clase comenzó como todas las primeras clases de la mañana: la profesora comienza a explicar y los alumnos a bostezar. Todos tenían la cabeza apoyada sobre el puño, mirando a la profe como zombies u otros apoyaban la cabeza sobre el pupitre, cabezeando.

Aún podía sentir ese ardor en mi interior, quemándome. Qué idiota era Joe...

¿Cómo estaría Sterling? ¿Por qué estaría tan enfadado? No podía evitar pensar que, además de la razón obvia, que era su desastrosa madre, mi amigo estaba enojado por lo de anoche...no sé si él verdaderamente sentía algo por mí o me besó porque sí...

¿Y yo? ¿Siento lo mismo que él? Y si no fuera así, ¿podría seguir nuestra amistad?

¿Y qué con mi padre? ¿Ya habría despertado? Lo dudo...mi madre prometió llamarme cuando sucediera. Igual, iba a a ir al hospital luego de clases, estuviera despierto o no.

¿Y Nolan? ¿Volvería a verlo? Lo necesito tanto...

La clase transcurrió con todas esas preguntas sin respuesta rondando por mi mente. No pude poner ni un poco de atención en la clase. Emma estaría muy enfadada si se enterara de mis constantes distracciones en clase...

Luego del almuerzo, me tocaban las clases de la tarde. Intenté por todos los medio esquivar a Selena y Joe. No estaba de humor para soportar todas las preguntas de Selena. Y mucho menos de ver a Joe.

No había vuelto a ver a Sterling...estaba preocupada...

Joe y Selena me habían seguido toda la mañana, ya no lo soportaba.

Fui hacia mi casillero a buscar mis libros.

Tenía ganas de leer, pero no recordaba a dónde había dejado "Persuasión". Recordaba habérmelo llevado ayer luego de la escuela, quizás lo hubiera olvidado en casa...

Abrí el casillero.

-Demi, por favor, quiero hablar contigo...

Listo, era suficiente. Esa fue la gota que rebalsó el vaso.

Me di vuelta bruscamente y me encontré con Joe.

Déjame en paz! ¡¿Qué no tienes otras cosas que hacer, como pasar tu preciado tiempo con Chelsea?! O quizás ella no quiere y por eso vienes conmigo para compensar...

Me interrumpió.

-Demi, sabes que nunca quise lastimarte...yo...lo lamento...

-Ya es tarde para el lo lamento. Tengo cosas más importantes en mi vida ahora que estar preocupándome por un idiota como tú...¡¿Qué no te cansas de esto, Joe?! ¡¿Qué no ves que no quiero perdonarte?! ¡¿Por qué aún me sigues?!

Iba a agregar algo más, pero Joe no me dejó. Inesperadamente, tomó mi rostro entre sus manos y acercó su rostro al mío. Quise escaparme, pero me lo impidió, aprisionándome contra el casillero. Sus labios tocaron los míos y comenzaron a moverse apasionadamente contra los míos. Fue totalmente diferente que con Sterling. El de Sterling fue suave y tierno. El de Joe, en cambio, fue salvaje y apasionado. Sentí como si estuviera transfiriendo un fuego hacia mi cuerpo. Sí, así era. Como una ardiente lava que me recorría por todo el cuerpo, quemándome, aún más que el que había sentido antes. Sabía que era diferente, porque el fuego que había sentido antes era doloroso, en cambio este era como...no sé como explicarlo...adictivo...hasta placentero, podría decir...

No quería que acabara, no quería apartar a Joe de mí, pero, luego de un largo rato, él lo hizo por mí.

Noté un dejo de arrepentimiento en su ojos, como un niño que se da cuenta de que hizo algo malo luego de que lo reprenden.

Me había quedado casi sin aliento, respiraba agitadamente, al igual que Joe.

-Por eso-dijo, respondiendo a mi pregunta.

Tras decir eso, me dio la espalda y se alejó por el pasillo, dejándome sola...

Mi mente daba vueltas. Intenté con toda mi concentración, despejarme y pensar claro. Cuando, luego de varios intentos fallidos, lo logré, pude notar que no había nadie más en los pasillos. Seguro ya estarían todos en clases. Sí, cuando Joe llegó yo estaba tomando mis libros, así que faltaba poco para volver a clases. Pero eso no me importaba en absoluto. No me importaba haberme restrasado, en absoluto...

Dí un largo suspiro, apoyando la cabeza sobre los casilleros.

viernes, 12 de marzo de 2010

El comienzo de algo nuevo...

¡Hola a todos! Bueno, antes que nada: este no es un capítulo. Sólo quería que me dieran su opinión sobre una nueva historia que estoy escribiendo (en mi agenda). Aclaro: no dejaré este blog, no, no, no. Es sólo un "proyecto" aparte. Es un nuevo género, es más bien fantástica, pero con ese toque de drama y un poco de romance que me gusta agregar jaja.
Bueno, aquí les dejo lo que comenzé a escribir, denme su opinión, no estoy muy segura de seguirla. Acepto correcciones, ideas, críticas constructivas, etc.
Ahí les va:

"Es extraño...una especie de misterio que nadie quiere revelar...o que nadie sabe...
¿Para qué estamos aquí? ¿Con qué propósito? ¿Con el de sufrir?
Cuando lo sepa les avisaré...
------------------------------
En el mundo hay gente especial...yo soy una de ellos...
Pueden llamarnos fenómenos o locos...pero para mí somos sólo diferentes...
Pasamos desaparecibidos siempre; lo más probable es que hayan pasado caminando por mi lado y ni cuenta se habrían dado de que soy diferente a los demás, de que soy especial...

Mi nombre es Kayla Smith y tengo 13 años.
Mi madre murió al darme a luz y mi padre me abandonó luego de eso, ¿por qué? Por miedo. Yo le daba miedo.
Me abandonó en la puerta de un orfanato y luego huyó.

Los niños de orfanato me temían. A veces, cuando me enfadaba, usaba mi poder contra ellos.
Ultimamente, alguien estuvo mandandome señales mentales, como visiones de un lugar...
Un extraño lugar en el que hay gente como yo, especial...
Sabía que habían más personas con "poderes especiales", pero nunca supe en dónde encontrarlos...
Era mi oportunidad...fuese quien fuese quién me envió esas señales, quiere que valla allí...
Está decidido: esta noche, mientras todos duermen, me escaparé del orfanato e iré en busca de ese lugar, un lugar en el que no me juzguen ni me teman, un lugar en el que ancaje, en el que me conprendan, en el que me traten como a auna persona y no como a un fenómono, en el que hayan personas como yo...
Iba a enocntrar ese lugar costara lo que costara..."

________________________
Bien, eso fue todo! Como ya les dije, no estoy muy segura de seguir con la historia de Kayla...
Espero sus opiniones,
cuidense,
Hayley.

martes, 9 de marzo de 2010

Capítulo 13: "¿Qué me sucede?"

¡Hola a todos! Bueno, hoy no volí de la escuela tan cansada a mi casa como ayer, así que decidí escribir un capítulo jeje. Espero que les guste (no es mi mejor capítulo, pero prometo que el próximo será más interesante...o eso creo...). ¡Disfrutenlo!

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Narra Demi:

-Hola Demi.

Esa voz me sobresaltó; no sabía que había alguien cerca mío...

Levanté la cabeza y me encontré con un sonriente Joe parado a mi lado.

-Hola.

Se sentó a mi lado, sobre el césped.

-¿En qué tanto pensabas? Parecías muy concentrada...

-Sí, suelo concentrarme demasiado...

Era cierto; cuando me hundía demasiado en mis pensamientos, ni siquiera me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.

Sonrió. Vio hacia donde yo miraba: los idiotas jugadores de futbol.

Fruinció el entrecejo.

-¿Estabas mirando a esos chicos? ¿Por eso estabas tan concentrada?

Asentí.

-Ah.

Parecía algo molesto. Entendí al instante lo que pensaba...

-¡No malinterpretes! No me gustan esos descerebrados.

Me ofendía que Joe pensara que podía gustarme alguien así.

-Ah...claro...lo sabía-parecía nervioso, pero menos molesto.

Nos quedamos en silencio. En ese momento mi mente no podía concentrarse en otra cosa que no fuera Joe. Nunca antes me había pasado algo parecido, y, debo admitir, comenzaba a irritarme...

Joe rompió el silencio:

-Y...¿irás al juego del sábado?

-No...nuca voy a los juegos de futbol de la escuela. Todos lo creen más importante que el estudio; y a la escuela se viene a estudiar, no a ver a unos idiotas grandulones intentando apoderarse de un balón, para lo que recurren a la fuerza bruta, cosa que, sinceramente, me parece muy superficial. Y ni hablar de los babosos que asisten a esos juegos sólo para ver a las porristas.

Joe me miró, desconcertado.

-¿Por qué preguntas?-concluí.

-Em...es que...quería saber si querías ir conmigo...

-¿Por qué me invitas al juego?

-Porque le pregunté a Chelsea y no quiso ir, además...

No lo dejé terminar.

Me levanté bruscamente. Una ira incontrolable me invadía y me quemaba por dentro.

-¿Qué pasa?-preguntó Joe, confundido.

-¡¿Así que me invitas sólo porque Chelsea no quiso ir?! Sabes, Joe, no me persuade para nada ser la segunda opción. Si me dusculpas, tengo que ir a clases.

Estaba por irme, pero Joe me tomó del brazo. Le lanzé una mirada tan envenenada y llena de odio que me soltó.

Apenas puse un pie dentro de la escuela, comenzé a correr. ¿Qué me sucedía? ¿Por qué me había llenado de ira lo que Joe me dijo? ¿Por qué sentía este fuerte y ardiente sentimiento en mi interior?

lunes, 8 de marzo de 2010

Capítulo 12: "La reina sin corona."


Narra Demi:


No, no, no. Esto no estaba bien...Sterling era mi mejor amigo y...ninguno debería sentir algo por el otro...ese es el chiste de los mejores amigos, AMIGOS. Pero...me gustaba...¿o no? ¡No, claro que no! Bueno, quizás si...


Sterling se alejó de mi. Pude ver sorpresa en su rostro. Supongo que también la había en el mío.


-Lo...lo siento...-se disculpó, avergonzado.


Yo estaba muy roja.


-Creo que me iré...a dormir...


Subí las escaleras, un tanto ausente. Cerré la puerta tras de mí y me tumbé boca arriba sobre la cama. Esto era confuso...muy confuso, a decir verdad...


Me quedé en esa posición, mirando el techo. Poco tiempo después mis ojos comenzaron a cerrarse y caí en el maravilloso mundo de los sueños...


Adoraba transportarme al mundo de los sueños, sí...allí todo era maravilloso, mágico, irreal...incluso si era una pesadilla, yo me daba cuenta que estaba soñando. Pero si eran sueños bonitos, me dejaba llevar, no me daba cuenta de que estaba soñando. Supongo que es porque son una muy bonita realidad, auqnue, desgraciadamente, esa no era mi realidad. Eran sólo sueños...


Me desperté. Sterling me llamaba desde el piso de abajo.


-¡Levántate! ¡Tenemos que pasar por mi casa antes de ir a la escuela! ¡Tengo que tomar unos libros!


Me desperezé y refregué los ojos.


Me levanté y me vestí con lo primero que encontré. Apenas pasé el peine por mi cabello enmarañado y me cepillé los dientes. Me lavé la cara y bajé las escaleras, medio dormida.


Sterling me esperaba abajo, parado al lado de la mesa.


Me daba vergüenza sólo mirarlo a los ojos, así que bajé la vista hacia mis viejas y gastadas converses de color blanco (bueno, estoy segura de que en algún momento fueron de color blanco).


Salimos de la casa y nos dirigimos a la de Sterling, que no quedaba muy lejos de allí.


Lo esperé sentada al borde de la acera.


Luego de menos de un minuto, oí un portazo tras de mí. Me di vuelta, sobresaltada. Vi a Sterling salir de la casa con una expresión de ira en su rostro. Estaba segura de que él había dado el portazo. No traía ningún libro en la mano.


-Vámonos-dijo con voz dura, cuando ya estuvo a mi lado.


Me levanté.


-¿Qué pasó?


-Nada, ya vámonos-dijo con el mismo tono duro. No quedaba ni un poco de ese dulce tono que acostumbraba a usar.


No pregunté más y lo seguí. Iba muy rápido. No era fácil seguirlo.


Cuando llegamos a la escuela él se dirigió a su casillero. Pobre...detrás de esa dura expresión en su rostro, estaba segura de que se escondía un dolor muy profundo...¿qué habría visto cuando entró a su casa que lo había hecho enfadar tanto? Bueno, podían ser muchas cosas. Lo más probable es que tuviera que ver con su madre y uno de sus "romances" de una noche.


Me mataba verlo así. Tenía ganas de abrazarlo, consolarlo, pero no sabía si lo tomaría bien...a veces uno tiene ganas de estar solo...
Así que me desvié hacia el otro pasillo. Salí por la puerta que daba al patio.


Miré mi reloj. Aún quedaba tiempo antes de que empezaran las clases.


Me senté sobre el césped. El sol me daba en el rostro. Miré a todos los que tenía alrededor, que no parecían darse cuenta de mi presencia.


Estaban las porristas: chicas esqueléticas y de cabello lagro y brilloso recogido en una cola de caballo. Como siempre, iban todas juntas en grupo y con el uniforme puesto (una falda corta roja con detalles en blanco, una remera sin mangas, corta y ajustada roja con el nombre de la escuela y algunod detalles en blanco. Y también llevaban sus pompones rojos y blancos. Las cintas con las que se recogían el cabello eran blancas o rojas. Llevaban unos tenis blancos. Como habrán notado, los colores de mi escuela son el rojo y el blanco). Iban riendo y pavoneándose mientras pasaban por al lado de los chicos de equipo de futbol. Idiotas sin cerebro, con cuerpos enormes. Son altos y también llevan el uniforme del equipo (Pantalones blancos, remeras enormes rojas con un número en blanco al frente y en la espalda el mismo número con sus apellidos arriba, en blanco. Llevaban unos sucios tenis negros. Como siempre, iban con el balón, pasándoselo). Las porristas se fueron, indignadas, al ver que los chicos le prestaban más atención a agarrar al balón que a mirarlas a ellas.


Las porristas y los futbolistas "dominan" la escuela, si así puede decirse. Son los más populares y todos quieren ser como ellos. En mi opinión, todo eso es una estupidez. Etiquetan a la gente sin conocerla y molestan a los "no populares". Es estúpido.


Ustedes seguro pensarán: Chelsea es la líder de las porristas, ¿verdad? Pues, me alegro en contestarles y aclararles su error. Chelsea ERA la líder de las porristas, hace dos años. Era la chica más envidiada y admirada por las chicas y deseada por los chicos, tanto populares como no poplares. Claro, ella elegía a los populares, como los futbolistas. En fin, ella tenía a la escuela entera a sus pies. Pero, el año pasado, para su desgracia y para mi felicidad, llegó una chica nueva a la escuela. Se llamaba Hilary. Una chica muy bonita. Resulta que todos comenzaron a prestarle más atención a ella que a Chelsea. Hilary hizo la audición para las porristas, y, oh sorpresa, fue elgida la nueva líder. La entrenadora y todas las demás porristas (excepto Chelsea, claro) la consideraban mucho mejor animadora que Chelsea. Así que la sacaron del equipo de las animadoras y la reemplazaron por Hilary. Chelsea estaba furiosa, como se imaginarán. Desde ese momento perdió mucha popularidad (aunque aún conserva un poco), al igual que a sus amigas populares y a los chicos populares que iban tras ella.


Como se imaginarán, Chelsea es una chica sumamente vengativa, así que no me sorprendería que un día de estos Hilary desaparezca "nisteriosamente" o se rompa una pierna "por accidente". No, solo bromeo, no creo que Chelsea sea capaz de hacer esas cosas...¿o si?
______________________________________
¡Hola mis queridos lectores! Bien, solo quería informarles, con mucha tristeza, que ya no podré poner capítulos tan seguido. Es que hoy empezé la escuela y eso no me deja mucho tiempo para escribir. Sacando que estoy completamente agotada; por Dios, sí que es difícil adaptarse al cambio de horarios. Tengo que levantarme temprano y, como es falta de costumbre, eso me deja hecha polvo. Bien, demasiado dramatismo por ahora...jajaja.
Les prometo poner capítulos lo más seguido que pueda. Por favor entiendame,
cuidense mucho,
Hayley.

domingo, 7 de marzo de 2010

Capítulo 11: "Milagro."


Narra Demi:

Esperamos y esperamos...

Hasta que, luego de no sé cuanto tiempo, pero que pasó muy lento para mí; un doctor salió de la sala de urgencias y se dirigió a nosotros.

-¡Doctor! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Está bien?!-pregunté, levantándome de la silla.

El hombre suspiró y nos miró, serio.

-Está bien...

Sonreí, pero él mantuvo su seriedad y continuó hablando:

-...nunca nos pasó algo así...las posibilidades de alguien a quien lo arrolla un auto sobre la gran parte de las vértebras torácicas tiene una posibilidad en un millón de sobrevivir, por más que nos esforcemos. Es un caso único....aunque, como es lógico, perdió mucha sangre y tiene varias vértebras rotas, pero podemos arreglarlo...En todos los pacientes que tuvimos con este problema, no pudimos salvar a ninguno, aunque hicimos lo que pudimos. Es casi imposible que sobrevivan en estos casos...no nos explicamos cómo es que este hombre sigue vivo...supongo que es un milagro...

Woow. Es decir que ya casi todo estaba perdido, que casi no habían posibilidades de salvar a mi padre, pero, sin embargo, sobrevivió...es un milagro...

-Gracias hermano-dije, en un susurro casi inaudible.

-¿Podemos verlo?-pregunté.

-Temo que aún no. Pero les avisaremos...

Mi madre nos miró a Sterling y a mí y nos dijo:

-Vuelvan a casa, yo me quedaré aquí hasta mañana...Sterling, te agradecería mucho si pasas la noche en casa, si no te molesta ni a tí ni a tus padres, claro. No quiero que Demi se quede sola...

Sterling asintió.

-Mamá, quiero quedarme...

-Demi, hija, mañana podrás verlo. Ahora, por favor, vuelvan a casa. Ya está anocheciendo. Hay comida en el refrigerador.

Suspiré. No iba a poder discutirle a mi madre; ella es tan terca como yo...

Sterling y yo salimos del hospital y subimos al auto de mis padres.

-Sterling...¿qué pasó con la persona que arrolló a mi padre?

-...escapó...

Eso me trajo viejos recuerdos. La noche en que Nolan murió...el conductor del camión también escapó...no entiendo como esa gente puede dormir tranquila por las noches sabiendo que mató a gente inocente...

No hablamos en todo lo que quedó del camino.

Entramos a casa. Miré el reloj de pared. Eran las 9:00 pm.

Comimos en silencio un poco de pizza que quedaba en la heladera.

-Llamaré a mi madre. Debe estar histérica...-dijo con sarcasmo y fue hacia el living, mientras sacaba el celular de su bolsillo.

Terminé de comer la porción de pizza, sin muchas ganas. Aún pensaba en todo lo que había pasado hoy...qué extraño...

Luego de unos minutos, Sterling volvió, con una extraña expresión en su rostro. Tenía la mandíbula tensa.

-Sterling, puedes ir a tu casa. No te preocupes, alguien me cuida...

Sonreí.

Sterling me miró raro y dijo:

-Descuida, a mi madre no le importa que me quede aquí. Es más, podría quedarme aquí por toda la eternidad o tirarme a un pozo y a ella no le importaría.

Se sentó a mi lado, dándo una patada al piso.

La vida de Sterling tampoco era lo que se decía fácil. Su padre abandonó a su madre apenas se enteró de que estaba embarazada. Y su madre...bueno, ella nunca lo superó. Ahora se embriaga todas las noches y pasa la noche (si saben a qué me refiero) con cualquier hombre que encuentre en la calle.

Supongo que así se traga sus penas: bebiendo y acostándose con cualquier cerdo que se le cruze.

No le importaba en absoluto su único hijo...

Sterling no era como yo que siempre estaba deprimida y abatida por mis problemas...no, él era fuerte...siemrpe lo fue y es por eso que siempre me apoyó y consoló.

Pero, uno no siempre puede ser fuerte. No siempre...

Puse mi mano sobre la suya. Él levantó la mirada y la posó en mis ojos. Lo mismo hize yo.

Tomó mi barbilla y acarició mi mejilla suavemente. Se fue acercando a mí, muy despacio...cada vez sus labios estaban más cerca de los míos...hasta que se rozaron y él los movió suavemente sobre los míos. Me besó suave y dulcemente.

Y yo no hize nada para impedirlo...

sábado, 6 de marzo de 2010

Premio a mejor blog...


Muchísimas gracias Brenda (http://tuyjoe.blogspot.com/), ¡estoy tan emocionada! ¡Mi primer premio! Jajaja. La verdad me pone tan feliz saber que esta historia le llega a alguien de tal forma que la hace llorar. ¡ES INCREÍBLE! Y eso que apenas soy una principiante, ¡no puedo creerlo! ¡Qué emoción! XD Aprecio mucho este premio y Brenda, eres una gran escritora, tus historias también me hacen reír y llorar. Admiro la forma en que escribes, te deseo lo mejor y te doy mil gracias,

besos,

la eufórica, Hayley XD

viernes, 5 de marzo de 2010

Capítulo 10: "Alguien me está cuidando."


Narra Demi:

-Sterling, ¿qué pasa?-pregunté, preocupada.

No respondió; sólo siguió mirándome así...

-Sterling, ¡¿quién era?! ¡¿qué pasó?!-pregunté, alarmada.

-Demi...

Se acercó a mi y me tomó las manos.

-...tu padre tuvo un accidente...

-¡¿Qué?!-salté.

No, no podía ser...primero Nolan y ahora mi padre...¡¿qué rayos pasaba?! ¡¿Qué había hecho para merecer esto?! Y si yo había hecho algo mal, la que tendría que ser castigada sería yo, no la gente a la que amo...

-No, no...-dije, intentando hacer que nada de esto fuera cierto.

Sterling me abrazó, intentando consolarme.

-Vamos-me dijo y me tomó de la mano, sacándome de la habitación.

Cruzamos la puerta a la carrera y salimos hacia el hospital.

Las lágrimas caían por mis mejillas mientras Sterling se sentaba al volante del auto de mis padres.

-No llores, todo estará bien-dijo, en un tono no muy convincente.

Cuando llegamos bajé casi corriendo del auto y cruzé las puertas del hospital como un rayo.

Me puse a correr por los pasillos, deseando que esto fuera una pesadilla.

Mi madre estaba en la sala de espera, con el rostro entre las manos.

-Mamá, ¡¿dónde está?!-pregunté, sollozando.

Sentí una mano sobre mi hombro. Era Sterling, que me había alcanzado.

Mi madre me miró, con los ojos enrojecidos. No respondió.

-¡Mamá, quiero verlo! ¡¿Dónde está?!-grité, llorando cada vez más.

La gente de la sala de espera me miraba, pero no hize caso.

-¡Quiero verlo! ¡¿Dóndo lo tienen?!-gemí.

-Demi, Demi, tranquila-me dijo Sterling, tomándome del brazo-Está bien, aún no puedes verlo...

Me deshize de su brazo y entré a una sala. Era la sala de urgencias.

Lo que vi me dejó sin aliento. El cuerpo de mi padre yacía, inconciente, sobre una camilla. Estaba lleno de sangre sobre su pecho. Muchos médicos lo rodeaban.

Comenzé a llorar aún más que antes. No...papá...no, por favor...

-¡No!-grité, corriendo hacia la camilla, empujando a los médicos para abrirme paso e ignorando lo que me decían-¡No, papá, no! ¡Por favor, no!-gritaba mientras lloraba, apoyada sobre su cuerpo tieso, sin importarme estar manchándome de sangre-¡No, no!

Respiraba entrecortadamente.

Sentí una mano sobre mi hombro. Era uno de los médicos.

-Señorita, tiene que irse.

-¡No! ¡No lo dejaré!-girté, llorando.

Sentí que alguien me tomaba por la cintura muy fuerte y me obligaba a alejarme de mi padre. No podía dejarlo, no...luché con todas mis fuerzas para liberarme, pero fue inútil; me sujetaban muy fuerte. Esos brazos me llevaron fuera de la sala de emergencias, hacia la sala de espera, en donde me soltaron.

Eran nada más ni nada menos que los brazos de Sterling.

-¡Suéltame, tengo que estar con él!-girité.

Todos me miraban.

-No, Demi, deja que los médicos hagan su trabajo, es urgente. Espera un rato y podrás verlo-dijo y puso sus manos sobre mis hombros.

Me sacudí sus manos e intenté ir hacia la puerta de la sala en donde estaba mi padre, pero él me tomó del brazo, muy fuerte.

-¡Déjame ir!

Una voz hizo que me quedara quieta, inmóvil.

-Demi, cálmate, todo saldrá bien, lo prometo...

Era su inconfundible voz, la voz de Nolan...tenía un tono tranquilizador.

No sñe por qué, esta vez no me aterré como me había pasado en casa; esta vez me sentí segura, protegida...le creí...

Fui al baño de damas, sin darle importancia a todas esas miradas sobre mí.

Cerré la puerta tras de mí. No había nadie.

Me miré al espejo: tenía los ojos rojos e hinchados y la ropa llena de sangre.

Miré mi reflejo. Miré a esa chica, a esa chica que alguna vez había sido feliz...

Las lágrimas volvieron a caer por mi rostro.

Necesitaba a mi hermano, ahora más que nunca.

Sentí una mano sobre mi hombro. Me sobresalté. Miré por el espejo para ver quien era. Esperaba ver a Sterling, pero no...lo que vi casi me hace desmallar. Era impósible, no podía ser real...

Mi hermano me miraba, con una de esas sonrisas que siempre usaba para tranquilizarme. Apoyaba su mano izquierda osbre mi hombro.

Me di vuelta para abrazarlo, decirle lo mucho que me alegraba de verlo, pero él no estaba allí. Decepcionada, volví a mirar al espejo. Allí estaba él, sonriéndome. Me di vuelta otra vez, pero había desaparecido. Miré al espejo de nuevo: y allí estaba.

Apoyé mi mano sobre su reflejo, aunque no era su reflejo, ya que él no estaba detrás de mí. Sin embargo, podía sentir su mano sobre mi hombro. Podía sentir el calor de su cuerpo cerca del mío, pero podía verlo sólo en el espejo.

Nunca me había pasado algo así...jamás volí a verlo luego de su muerte, lo que era lógico, pero tampoco lo vi en sueños, ni nada...sólo me quedaban sus recuerdos...

No sabía si esto era real o sólo mi imaginación, sólo sabía que deseaba que durara por siempre...

-Nolan...

Me interrumpió, como si no tuviera mucho tiempo:

-No te preocupes, no dejaré que pase...

Su voz me llenó, dándome fuerzas, fuerzas que nunca antes había tenido...

Siguió hablando:

-No tengo mucho tiempo, pero debes saber que no dejaré que nada malo te pase, nunca...siempre estaré contigo, cuidándote...te amo...

Los ojos se me llenaron de lágrimas. ¿Por qué tenía que irse?

-No te vallas...

-No puedo quedarme mucho más, tengo que irme...recuerda, yo nunca me fuí...

Tras decir eso, desapareció. Ya no pude verlo en el espejo ni volví a escuchar su voz...ya no sentí su presencia, su mano sobre mi hombro...se había ido...¿volvería?

Me lavé la cara, algo aturdida y salí del baño. Todas las miradas volvieron a clavarse en mí.

Sterling me tomó de la mano y me hizo sentarme a la derecha de mi madre. Luego él se sentó a mi derecha.

Sin decir una sola palabra, los tres nos quedamos allí sentados, esperando...el tiempo parecía no pasar...

Pero para mí no eramos tres; eramos cuatro. Pude sentir la presencia de Nolan allí, sentado esperando con nosotros. Sabía que él estaba ahí; él me estaba cuidando...

jueves, 4 de marzo de 2010

Capítulo 9: "La llamada."


Narra Demi:

Entré a casa; no pensaba contarles a mis padres nada de lo ocurrido, porque seguro ellos exagerarían las cosas y pensarían que intentaba suicidarme o algo así...

Mis padres no estaban en casa; bueno, mi padre seguía en el trabajo a esta hora y mamá...seguro estaría comprando víveres.

Dejé mi mochila vacía (ya había puesto todos mis libros en el casillero) sobre el sofá.

Subí las escaleras, cuando una voz casi me hace caer:

-¿Dónde estuviste?

Pegué un salto y me agarré fuerte de la baranda.

Era la voz de Nolan...

Desde que murió solo escuché su voz fría diciendome que era mi culpa, pero esta vez era diferente...sonaba preocupado...

Me di vuelta para ver de dónde provenía la voz...nada...

Seguí subiendo la escalera, con el corazón aún latiendo a mil por hora.

Caminé por el pasillo y entré a la puerta de la derecha: mi habitación.

No quise mirar hacia el final del pasillo, a su habitación...

Cerré la puerta tras de mí.

-Hola-dijo una voz preocupada.

Solté un grito.

No, esto no podía estar pasándome, no, no, no...

-Ey, tranquila, soy solo yo.

Los acelerados latidos de mi corazón se fueron calmando al notar que el que me había saludado era Sterling.

Puse una mano sobre mi pecho e intenté que mi respiración volviera a la normalidad.

-¿Estás bien?-preguntó, mientras se acercaba a mí y me acariciaba la mejilla suavemente.

-Si, solo que me diste un buen susto ahí abajo...

-¿Abajo? Yo no estaba abajo. Vine aquí después de la escuela porque me preocupé al no verte salir. No había nadie y la puerta estaba cerrada, así que escalé hasta tu habitación. Nunca estuve en el piso de abajo...

¿Como que no había estado en el piso de abajo? Yo oí con mucha claridad una voz que me decía: "¿Dónde estuviste?".

Me dio un escalofrío.

-¿Qué pasa?-dijo Sterling. Oí su voz preocupada muy lejana.

-Nada, estoy bien...

-¿Y a dónde fuiste luego de la escuela?

Le conté todo lo ocurrido, después de todo él era mi mejor amigo.

Cuando terminé mi relato, él exclamó:

-¡¿Qué?! Demi, ¡¿qué hacías caminando sola por un lugar así?! No puedo ni imaginarme lo que hubiera pasado si Joe no aparecía por allí...-se estremeció-¡¿A caso eres suicida o qué?!

Ya esperaba esa pregunta.

-No, no lo soy. Si hubiera sabido cómo era ese camino no lo hubiera tomado.

Sterling relajó un poco su expresión de preocupación y acunó mi rostro entre sus manos.

-No vuelvas a hacer algo así, por favor-me pidió, aunque más bien pareció una súplica.

Asentí.

Nos quedamos un rato allí en mi habitación, mirando televisión y hablando de cómo nos fue en el primer día.

Me extrañaba que mis padres no llegaran...mi padre tendría que estar aquí desde hace una hora y ni hablar de mi madre...ella no podía tardar tantas horas comprando víveres...

El teléfono sonando interrumpió nuestras risas.

Sterling se levantó y atendió el teléfono.

¿Que no le habían enseñado que no se puede atender el teléfono de una casa agena?

Bajé el volúmen de la televisión para oír qué decía Sterling. Eso me daría alguna pista de quién había llamado.

-¿Hola? ¿Quién habla?-se quedó en silencio, oyendo lo que le respondían. La sonrisa se borró de su rostro y exclamó, con un tono lleno de sorpresa y preocupación-¡¿Qué?!-otro silencio. Esta vez Sterling no contestó y colgó el teléfono.

Me miró con el semblante serio. Noté en su rostro una mueca que parecía de dolor...

-Sterling, ¿qué pasa?-pregunté, preocupada.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Capítulo 8: "Sin salida."


Narra Demi:


Las siguientes cuatro horas transcurrieron lentas, muy lentas. Primero tuvimos dos horas de Matemáticas y luego dos de Botánica. Aunque intenté con todas mis fuerzas sacar a Joe de mi cabeza, fue en vano.


La campana de la salida me sobresaltó. Guardé mis cosas rápidamente y me levanté del pupitre. Salí del aula y fui hacia mi casillero a guardar mis libros. Saqué "Persuasión" y comenzé a caminar hacia la salida.


Al salir de la escuela ni siquiera noté el bullicio de siempre al finalizar las clases.


Casi siempre iba caminando a casa con Emma y/o Sterling, que no vivían muy lejos de mi casa, sólo a unas cuadras. No me iba con Selena porque ella vivía muy lejos; ella se iba en el transporte escolar.


Esta vez, por primera vez, decidí ir sola a casa.


Decidí tomar el camino más largo, el que nunca tomaba. Nadie iba por ahí, sólo yo.


Luego de caminar un rato me di cuenta de por qué nadie tomaba este camino. Era porque pasaba por un barrio pobre y deteriorado con callejones oscuros en los que se veían borrachos tirados junto a bolsas de basura o gente muy desagradable clavandome la mirada.


Era horroroso, nunca había estado allí, con razón mis padres no me lo permiten...


Sentí unas manos sobre mi cintura. Ay, no, no, no, no...¡¿en dónde me había metido?! ¡¿Por qué soy tan estúpida?!


Me quedé paralizada del miedo. Intenté gritar pero solo pude emitir un patético y débil sonido que nadie habría oído. También intenté correr pero las piernas no me respondían.


Estaba perdida...


Una voz me susurró, muy cerca del oído:


-¿Qué hace una muñeca como tú en un barrio como este? Es peligroso...hay gente mala...pero, para tu suerte, yo estoy aquí. Déjame llevarte a casa...


Mi respiración se volvió muy agitada y los latidos de mi corazón muy rápidos.


-No, gracias-logré decir en un tono débil.


-Bueno, entonces será por las malas...


Me tomó muy fuerte del brazo y me arrastró hacia uno de los callejones. En este no había nadie, sólo él y yo.


Me tomaba del brazo derecho tan fuerte que ya no sentía la sangre circular por él.


Me empujó contra una de las sucias paredes de ladrillo y se acercó a mí. Cerré los ojos. Estaba perdida, ya no podía hacer nada...me arrepentí mucho de no haber ido con Sterling, con él hubiera estado segura y no me habría dejado hacer esta estupidez de ir por el camino más largo...


Sentí su mano sobre mi mejilla, luego en mis hombros, hasta que fue bajando hacia mi cintura...


No puedo describir el terror que sentía...ya sabía lo que ese hombre haría y de esta nadie me salvaría...


Cuando creí que ya no había salida, que ya estaba completamente perdida, pasó algo extraño. Dejé de sentir las manos de ese hombre sobre mi cintura. Oí un golpe.


Abrí los ojos, con cautela.


El hombre se hallaba tumbado sobre el sucio piso del callejón. Estaba inconciente.


Sentí que alguien tomaba mi mano. Miré para ver de quién se trataba. No me dio tiempo porque me atrajo fuertemente hacia él y me rodeó con los brazos.


Una satisfacción y sensación de seguridad me invadió, ahuyentando el miedo.


No me di cuenta de que estaba llorando hasta que sentí sus cálidas manos sobre mis mejillas.


-¿Estas bien?-preguntó con voz dulce.


Asentí, incapaz de articular palabra.


Me tomó de la mano y salimos del callejón.


Subimos a un auto negro, muy bonito y grande.


Él se sentó del lado del conductor y yo del coopiloto. Esta escena se me hacía demasiado familiar, y ya sabía de dónde...


Desde que había ocurrido el accidente no me gustaba nada andar en auto (sí, ya sé que es tonto).


Joe encendió el motor. Me puse tensa y rígid en mi asiento.


Joe pareció notarlo, así que tomó mi mano y me sonrió.


Sentí algo extraño...tranquilidad...


Luego de no mucho tiempo llegamos a mi casa. Estacionó el auto en la puerta. Sin embargo, yo no me bajé.


-¿Cómo me encontrate?-pregunté.


Joe pareció repentinamente incómodo.


-Ehh...bu...bueno...-tartamudeó-.Es que...quería hablar contigo y...bueno, yo...te seguí-concluyó, algo avergonzado.


-Ah...


Nos quedamos en silnecio, hasta que Joe me preguntó:


-¿Estas segura de que estás bien?


-Si, gracias Joe...


Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla. Él se quedó mudo y algo sorpendido. Salí del auto, tras decirle un "adiós" y caminé hacia la puerta de mi casa. Minetras buscaba la llave en mis bolsillos, pensé:


"Vaya primer día..."

lunes, 1 de marzo de 2010

Capítulo 7: "Muerta por dentro."


Narra Demi:

Sterling me rodeó entre sus brazos. Enterré la cabeza en su pecho y, aún llorando, dije:

-He perdido el control de mi vida...

-No, no es verdad. Quizás te hayas desviado un poco del camino, pero sabes que hay personas, como yo, que te ayudarán a volver a ponerte en el camino de regreso a casa...

Lo abrazé con más fuerza. No sé qué habría sido de mí si él no hubiera estado allí, apoyándome, luego del accidente...

Luego de no sé cuánto tiempo así (no sabía si habían sido horas o minutos), dijo:

-Deberíamos ir a almorzar, necesitas comer más...

Asentí y me separé de él, pero me tomó la mano y dijo:

-No te preocupes por el castigo, ya hablé con la señorita Nichols y dijo que podiamos irnos. Sólo quedaban ella y Chelsea en la sala de castigos, así que no tenía sentido seguir con eso...

Estaba muy agradecida de no tener que volver allí...

Fuimos a la cafetería que estaba llena de gente.

Buscamos a alguien conocido con la mirada, hasta que encontramos a Selena y Emma en una mesa.

-Hola Dems, no te vi en toda la mañana. ¿Cómo estas?-dijo Selena.

-Bien-dije. No tenía muchas ganas de hablar. No estaba de humor.

-Iré por tu almuerzo-dijo Sterling y desapareció entre la multitud.

Nadie dijo nada durante la ausencia de Sterling.

Luego de unos minutos, volvió con una bandeja con una hamburguesa y una botella se agua.

La puso en frente mío. La miré sin mucho interés. No tenía hambre.

Sterling se sentó a mi lado y volvió a tomarme la mano por debajo de la mesa.

-Come-me susurró.

Obedecí, de mala gana.

Tomé la hamburguesa y empezé a darle mordiscos sin siquiera sentir el sabor de lo que comía. Podrían haberme dado gusanos en un plato y yo los hubiera comido sin siquiera darme cuenta de lo que eran.

Mi mente estaba en otro lado...en Joe..

Me sentía extraña al pensar en él, en cada palabra que me dijo...era una sensación extraña que nunca antes había sentido...

Y también sentía otra cosa cuando recordaba a Chelsea tomando su mano, riendose con él...era un fuerte sentimiento que me hacía arder por dentro, como si fuera un volcán a punto de hacer erupción.

Supongo que esas sensaciones eran tan extrañas para mí porque desde que mi hermano...murió dejé de sentir...sí, así es: desde que él se fue no sentí ni el calor y la satisfacción de alguien abrazandome, no sentí la felicidad, la emoción, nada...era como si estuviera vacía por dentro. Tomemos como ejemplo esa hermosa obra de teatro de Alejandro Casona, "Los árboles mueren de pie" (una de mis favoritas, por cierto) para que entiendan mejor: Desde que Nolan falleció fui como un árbol cuando muere: por fuera viva, de pie, pero muerta por dentro.

Había perdido toda emoción que antes hubiera tenido...hasta hoy. Hoy muchas emociones que no había sentido hace mucho me invadieron todas juntas: esa que sentía al ver o pensar en Joe, o la que sentía hacia Chelsea...

Hoy había sentido la sensación de alivio cuando alguien me abrazó, la misma que sentía cuando Nolan lo hacía. Fue cuando Joe me abrazó...

Al volver a la realidad me di cuenta de que ya había terminado de comer la hamburguesa y de que tenía mucha sed. Tomé casi la mitad del agua que había en la botella. Sentí algo cálido en mi mano...la mano de Sterling sobre la mía.

-Ya van a empezar las clases de la tarde, vamos-dijo Sterling.

Me tomó más fuerte de la mano y salimos corriendo de la cafetería para no llegar tarde.

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¡Ya se que es corto! Es que no se me ocurría nada, pero prometo que el próximo será más largo, quizás lo narre Joe, quizás no...no sé jaja

Muchísimas gracias a todos los lectores que se pasan por este blog, significa muchísimo para mí. Los dejo con mil disculpas por el capítulo corto, saludos,

Hayley.