martes, 23 de marzo de 2010

Capítulo 17: "Es sólo tiempo."


Bueno, este capítulo hace honor al título del blog. Así comprenderán por qué le puse ese nombre jeje.

¡Espero que les guste!

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Narra Demi:

Cuando Joe y yo nos separamos, me miró de una forma que me hizo sentir algo incómoda. Aunque no me estaba mirando mal, sino demasiado...a los ojos...

-¿Quieres acompañarme a ver a mi madre?-me preguntó.

-Claro-acepté.

Joe me llevó a una puerta en el pasillo contrario al de mi padre.

-Joe...lamento haberte hablado así...-de verdad me sentía muy avergonzada.

Sonrió.

-No te preocupes. Y...¿por qué estás aquí?

-Mi padre tuvo un accidente ayer.

Me miró con preocupación.

-Pero está bien-me paresuré a aclarar.

-Genial.

Nos detuvimos frente a la puerta con el número 17.

Entramos.

La madre de Joe estaba recostada sobre una cama con sábanas blancas, como la de mi padre. Su aspecto no era muy bueno...estaba muy pálida, tenía ojeras tan marcadas que parecía como si no hubiera dormido en mucho tiempo.

-Hola hijo-saludó con voz débil y casi inaudible.

Estaba muy delgada y al parecer muy frágil y débil...

-Hola mamá-dijo Joe y me hizo señas para que me acercara.

Obedecí, dudando. Sentía que estaba demás en esa habitación.

-Ah, ¿ella es tu novia?-preguntó la madre de Joe y esbozó una media sonrisa, no creo que tuviera fuerzas para más.

-No, ella es Demi, una amiga. ¿La recuerdas? De cuando eramos niños-dijo Joe.

Ah, claro, Demi! Si, te recuerdo cariño. ¿Cómo has estado?

La madre de Joe siempre fue muy atenta y amable, en especial conmigo.

Me acerqué a su cama.

-Muy bien Señora Jonas, gracias-mentí. No había estado nada bien, pero, ¿para qué darle más preocupaciones de las que tenía?

Joe se sentó al pie de la cama de su madre y comenzó a hablarle: a contarle sobre la escuela, los profesores y todo eso.

Yo me senté en un sillón algo apartado.

De vez en cuando, Joe me lanzaba miradas y me sonreía. Yo le devolvía la sonrisa.

Pasaron horas. Ya estaba anocheciendo.

Una anfermera entró y dijo, dirigiendose a Joe y a mí:

-Tienen que irse, ya pasó el horario de visitas.

Joe y yo obedecimos, despidiendonos de la pobre mujer.

Bajamos las escaleras, en silencio.

Me encontré con mi madre en la sala de espera.

-Hola mamá, ¿ya puedo ver a papá?

-No, debe descansar. Mañana por la mañana estará bien. Pero tendrás que verlo luego de la escuela. Yo pasaré la noche aquí, en la habitación de tu padre...

-¿Y por qué no puedo quedarme yo también?-protesté.

-Porque tienes escuela mañana.

Sabía que no tenía ningún sentido discutir, así que me callé.

Joe volvió con su padre.

-Ah, mamá él es Joe, mi amigo de la infancia.

Joe! Hola, ¿como estás?-Joe respondió que bien con una sonrisa.

Mi madre y el padre de Joe se quedaron hablando.

Joe y yo estábamos por irnos, cuando su padre le dijo:

-Pasaré la noche aquí, dile a Kevin que lo dejo a cargo. No hagan nada imprudente.

Joe asintió y salimos del hospital.

Subí al auto de Joe. Me llevó a casa.

No dijimos mucho durante el viaje, parecía que ambos nos sentíamos extraños por lo del beso...

No podía evitar sentirme incómoda con esas constantes miradas de Joe.

Me despedí de Joe y bajé del auto.

Entré a casa y subí las escaleras.

Entré a mi habitación.

Me encontré con Sterling hechado sobre mi cama, con la cabeza entre las manos.

Me senté a su lado y lo rodeé con el brazo. Apoyé mi cabeza sobre su hombro.

-¿Cómo estas?-que pregunta más obvia.

-Ya no lo soporto-dijo, refiriendose, claramente, a la conducta desastrosa madre.

-No digas eso, Sterling. Tu madre sufrió mucho cuando tu padre los abandonó. Aún no se recupera y por eso actúa así, para compensarse de alguna manera...

Me interrumpió, levantando la cabeza de sus manos y mirándome directamente a los ojos.

-Demi, tuvo 16 años para recuperarse. ¿No crees que es suficiente tiempo?

Negué con la cabeza.

-Sterling, el dolor de perder a alguien a quien amas no tiene fecha de vencimiento. Puede durar semanas, meses, años o hasta el día en que mueras. No importa cuanto tiempo pase, al fin y al cabo, es sólo tiempo. El tiempo no cambiará nada. Hay veces que sí, pero no siempre. Por ejemplo, mírame a mí: Yo sé que nada va a cambiar. No importa cuanto tiempo pase, yo siempre seguiré lamentando la muerte de mi hermano. Nunca me recuperaré. Sé que así será hasta mi día final. Es sólo tiempo...

Sterling no dijo nada.

Luego de unos minutos, dijo:

-No me importa. Ya me harté. Me mudaré.

Cuando pronunció esa última frase fue como si me hubiera pegado una bofetada.

Lo había dicho muy serio y decidido...

-¡¿Qué?!-exclamé.

5 comentarios:

  1. Me encanta!
    Sigue así!

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  2. me gusto muxo el cap
    sube pronto
    besitos =)

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  3. ves que me haces llorar, es hermosa esta novela la amo es la mejor que e conocido en mi vida
    estubo genial el cap no dejes de escribir espero
    que sterling no se vaya del lado demi ella quedaria destruida

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  4. como siempre estubo buenisimo el capitulo,creo que te lo he dicho un millon de veces, pero lo vuelvo a repetir me encanta tu novela please escribe pronto

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  5. otra cosa me encanto el nuevo diseño, y te felicito por tu tercer premio te lo mereces de verdad

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